jueves, 10 de julio de 2025

El interrogatorio como técnica policial

 

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En el ámbito policial, el interrogatorio es una de las herramientas más utilizadas y a la vez más delicadas en el proceso de investigación criminal. Lejos de lo que muestran las películas o series de televisión, el interrogatorio no consiste en intimidar al sospechoso hasta que confiese, sino en aplicar técnicas psicológicas y comunicativas con el objetivo de obtener información veraz, útil y legalmente válida.

 

¿Qué es un interrogatorio?

El interrogatorio es una entrevista formal llevada a cabo por agentes policiales o investigadores, destinada a esclarecer hechos relacionados con un delito. Su propósito puede ser múltiple: desde obtener una confesión hasta corroborar o refutar testimonios previos, pasando por identificar contradicciones o descubrir pistas adicionales.

 

Existen distintos tipos de interrogatorios: al testigo, al denunciante, al imputado e incluso al perito o experto. Cada uno de ellos tiene características y objetivos específicos, pero comparten un elemento clave: la necesidad de respetar los derechos fundamentales de las personas interrogadas.

 

En España, por ejemplo, el interrogatorio a un investigado (antes denominado "imputado") está especialmente regulado por la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que garantiza derechos fundamentales como el derecho a no declarar, a no confesarse culpable y a contar con asistencia letrada.

 

La preparación es clave

Un buen interrogatorio comienza mucho antes de sentarse frente al interrogado. La preparación previa es fundamental. Esto incluye el estudio del caso, la recopilación de antecedentes del interrogado, la revisión de pruebas disponibles y la definición de los objetivos del interrogatorio.

 

Además, el investigador debe prepararse emocional y psicológicamente. Debe mantener la calma, saber escuchar, controlar sus expresiones y manejar el tiempo de la entrevista. Un interrogatorio mal llevado puede poner en riesgo toda la investigación, ya sea por obtener información inválida o por violar derechos procesales.

 

Técnicas utilizadas en el interrogatorio

A lo largo de los años, se han desarrollado múltiples técnicas de interrogatorio, algunas más controvertidas que otras. Hoy en día, los métodos coercitivos han sido ampliamente rechazados por organismos internacionales de derechos humanos y por la jurisprudencia de muchos países. En su lugar, se promueven métodos basados en la persuasión, la empatía y la lógica.

 

Algunas de las técnicas más comunes son:

 

Entrevistas libres y narrativas: se permite al interrogado relatar los hechos sin interrupciones, fomentando un discurso espontáneo y natural que luego se analiza en detalle.

 

Técnicas de entrevista cognitiva: muy útiles con testigos, buscan mejorar la memoria mediante preguntas específicas, cambios de perspectiva o estímulos sensoriales relacionados con el hecho.

 

Observación del lenguaje corporal: aunque no es concluyente, puede aportar indicios complementarios sobre el estado emocional del interrogado e, incluso, si está mintiendo u ocultando información.

 

Aspectos éticos y legales

El interrogatorio debe cumplir con ciertos principios éticos y legales. En primer lugar, el respeto a la presunción de inocencia y al derecho al silencio. El interrogado debe ser informado de sus derechos, contar con la presencia de un abogado si así lo desea, y no puede ser obligado a declarar en su contra.

 

Tanto en España como en la mayoría de los países democráticos, el uso de técnicas intimidatorias o engañosas está prohibido. En nuestro país, la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha reiterado que cualquier declaración obtenida mediante coacción, presión indebida o sin las debidas garantías legales puede ser considerada nula.

 

Por eso, la legalidad del procedimiento es tan importante como la eficacia del mismo.

 

Conclusión

El interrogatorio sigue siendo una herramienta esencial para la labor policial, pero debe utilizarse con inteligencia, preparación y respeto por los derechos humanos. Un buen interrogatorio no es aquel que arranca una confesión a cualquier precio, sino el que permite obtener información precisa y veraz de manera ética y legal.

 

En un mundo cada vez más consciente de la importancia de los derechos y de la transparencia en la actuación policial, profesionalizar el arte del interrogatorio es una tarea indispensable para construir una justicia más eficaz y confiable.


viernes, 6 de junio de 2025

¿Qué es la novela negra realista?

 

 

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La novela negra tradicional

 Aunque hay excepciones, la novela negra tradicional (y, más aún, la policiaca) suele presentar en sus páginas una acción trepidante y algo fantasiosa: puñetazos, persecuciones, tiroteos... El protagonista es con frecuencia un joven guapo, musculoso, inteligente y seductor. Y, como buen seductor que es, necesita que aparezca la chica de turno, en una de dos versiones: o bien en el papel de mujer fatal o en el de chica indefensa necesitada de protección.

 

 El valor principal es la acción y el entretenimiento, y a ellos se subordinan otras cuestiones como la profundidad psicológica de personajes y comportamientos y la credibilidad y coherencia del argumento. Por ello, con frecuencia los personajes resultan un tanto acartonados, ya que el ritmo frenético no permite entretenerse demasiado en conocerlos. Y los finales pueden ser forzados o poco creíbles.

 

 En estas novelas tampoco se obedecen siempre determinadas cuestiones legales, organizativas o de simple lógica. Por ejemplo, un inspector de policía puede investigar un crimen cometido en un pueblo de Castilla, sin que se tenga en cuenta que, en España, la investigación sería competencia de la Guardia Civil y no de la Policía.

 

 La novela negra realista

 Por el contrario, la novela negra realista, sin renunciar en absoluto a entretener con un argumento apasionante, crea una trama lógica y creíble, en la que el comportamiento de los personajes tiene coherencia interna, es decir, que dichos personajes actúan según su forma de ser, su psicología y sus intereses, y no solo para encajar en el guion.

 

 Además, se tienen en cuenta las limitaciones legales y científicas que condicionan la conducta de la policía. Por ejemplo, nunca se verá en una novela negra realista a un inspector recoger pruebas sin cumplir escrupulosamente el protocolo al que le obliga la ley al hacerlo. Porque sabe que, si no lo cumple, esas pruebas serán nulas en un juicio.

 

 Y aquí entramos en un aspecto muy importante: el lector puede aprender en las páginas de la novela negra realista aspectos interesantes de la investigación policial: cuestiones legales, psicológicas, forenses, criminalísticas, organizativas... Por ejemplo, el lector se da cuenta de la importancia de la figura del juez instructor, que es quien dirige las investigaciones de los delitos (en España y en muchos países, aunque en otros es el fiscal), y es una figura que rara vez aparece en la novela negra tradicional.

 

 Por lo anterior, puede decirse que la novela negra realista se acerca mucho al true crime.

 

 Mis libros

 Mis tres primeros libros (El mar infinito y otros relatos, Hija de la nada y La huella de la bestia), aunque tocan temas afines, no son propiamente novelas negras.

 

 Es en la Serie del Inspector Bermúdez, con La tarántula y, sobre todo, la Trilogía de la mujer muerta y la Tetralogía de la niña desaparecida, donde me sitúo de lleno en la novela negra realista. En la trilogía se cuenta en los tres libros una única historia, y otro tanto ocurre con la tetralogía, en cuatro. Son historias largas y apasionantes, de fácil lectura, que os mantendrán muchas horas pegados a sus páginas. Y son pura novela negra realista.

 

 Tanto en la trilogía como en la tetralogía, para estar lo más seguro posible del terreno que piso, he contado con el asesoramiento de una psicóloga, un policía y una abogada. Les envío desde aquí mi agradecimiento por su trabajo y su paciencia.